
La decisi贸n busca acelerar la producci贸n incremental en Vaca Muerta, pero tambi茅n abre una discusi贸n de fondo sobre costos, competitividad y el rol de las provincias en la nueva etapa del desarrollo hidrocarbur铆fero.
La 煤ltima semana dej贸 una definici贸n pol铆tica de peso para Vaca Muerta. El Gobierno nacional habilit贸 la posibilidad de que las inversiones en upstream no convencional 鈥攑etr贸leo y gas鈥 puedan encuadrarse dentro del R茅gimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), una demanda que el gobernador de Neuqu茅n, Rolando Figueroa, ven铆a planteando de manera expl铆cita en sus conversaciones con el Ministerio de Econom铆a y que formaliz贸 p煤blicamente tras reunirse con Luis Caputo .
El pedido no fue menor. Desde su lanzamiento, el RIGI estuvo pensado como una herramienta orientada principalmente a proyectos de gran escala en infraestructura, miner铆a y energ铆a con fuerte perfil exportador, como el GNL, los oleoductos o los desarrollos mineros metal铆feros. El upstream hidrocarbur铆fero, aun siendo el coraz贸n productivo de Vaca Muerta, hab铆a quedado en una zona gris. La habilitaci贸n ahora confirmada introduce un cambio de enfoque: reconocer que la producci贸n incremental de shale tambi茅n requiere horizontes largos, estabilidad normativa y reglas fiscales claras para sostener inversiones intensivas en capital.
El planteo de Figueroa tuvo un argumento central: sin incentivos de largo plazo, el ritmo de crecimiento de Vaca Muerta corre el riesgo de desacoplarse de las necesidades macroecon贸micas del pa铆s. Neuqu茅n aporta hoy la mayor parte del crecimiento de petr贸leo y gas, sostiene el super谩vit energ茅tico y explica buena parte de las exportaciones adicionales. Incluir al upstream en el RIGI, seg煤n la visi贸n provincial, permitir铆a acelerar proyectos que hoy se eval煤an con cautela por el contexto de precios internacionales, los costos locales y las exigencias de financiamiento.
La respuesta de Naci贸n fue le铆da en el sector como una se帽al de pragmatismo. En un escenario de ca铆da del precio internacional del crudo y con un mercado financiero a煤n selectivo, el Gobierno opt贸 por ampliar el alcance del r茅gimen antes que limitarlo. La habilitaci贸n no implica un cheque en blanco: los proyectos deber谩n demostrar generaci贸n incremental de producci贸n, compromisos de inversi贸n concretos y un perfil exportador que justifique los beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios previstos por el RIGI.
Este punto es clave. La discusi贸n de los 煤ltimos d铆as dej贸 en claro que el upstream que podr铆a ingresar al r茅gimen no es cualquier pozo ni cualquier desarrollo. Se trata de proyectos de escala, asociados a nuevos pads, ampliaciones relevantes de producci贸n o iniciativas que est茅n directamente vinculadas a la evacuaci贸n de crudo y gas hacia mercados externos. En otras palabras, el RIGI se convierte en una herramienta selectiva para empujar un 鈥渟alto de volumen鈥 y no para subsidiar la operaci贸n corriente .
La decisi贸n se da, adem谩s, en un contexto cargado de se帽ales cruzadas para la industria. Mientras algunas operadoras reforzaron su acceso al financiamiento 鈥攃on colocaciones exitosas de deuda y contratos de largo plazo鈥, otras recalibraron su exposici贸n en proyectos de GNL o ajustaron planes ante la baja de precios. En ese tablero, el mensaje pol铆tico de Naci贸n y Neuqu茅n busca reducir incertidumbre y mejorar la ecuaci贸n de riesgo-retorno de Vaca Muerta frente a otros plays no convencionales del mundo.
Para la provincia, el aval al pedido de Figueroa tambi茅n tiene una lectura institucional. Neuqu茅n consolida su rol como interlocutor central de la pol铆tica energ茅tica nacional y refuerza la idea de que el desarrollo del shale no puede definirse exclusivamente desde Buenos Aires. El upstream, aunque sea inversi贸n privada, impacta en empleo, regal铆as, infraestructura y licencia social en el territorio. Incluirlo en el RIGI obliga, en los hechos, a una coordinaci贸n m谩s fina entre Naci贸n y provincias.
Hacia adelante, el debate reci茅n empieza. La reglamentaci贸n fina ser谩 determinante para saber cu谩ntos proyectos efectivamente califican, qu茅 beneficios concretos obtienen y c贸mo se compatibilizan esos incentivos con los esquemas existentes de regal铆as y compromisos provinciales. Tambi茅n emerger谩 una discusi贸n inevitable: si el upstream accede al RIGI, otras actividades de la cadena 鈥攕ervicios, midstream, industria asociada鈥 reclamar谩n condiciones similares para no quedar desalineadas .
La semana cerr贸, as铆, con una se帽al clara: Vaca Muerta vuelve a estar en el centro de la agenda econ贸mica nacional, no solo por lo que ya produce, sino por lo que el Estado espera que produzca en los pr贸ximos a帽os. La inclusi贸n del upstream en el RIGI redefine el marco de juego. El desaf铆o ser谩 convertir esa habilitaci贸n pol铆tica en inversiones reales, producci贸n incremental y divisas, sin trasladar nuevas tensiones al territorio ni a la ya exigida infraestructura del shale.
Fuente: ADN Sur
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