Vaca Muerta es un proyecto de enorme significancia para la Argentina que circunstancialmente le restó atención al resto de las explotaciones. Así lo cree el subsecretario de Energía y Minería de Mendoza, Emilio Guiñazú Faber, quien figuró entre los disertantes de la edición 2019 de ‘Argentina Gas & Oil Summit’.Después de que el gas no convencional se robara toda la atención por un tiempo, explica el funcionario, hoy el foco de la inversión volvió al crudo. “Ésa es una buena noticia para nuestra provincia, que se encuentra fuera de la ventana del gas”, sostiene. 

Según sus palabras, ya hay anuncios de programas piloto que se llevarán a cabo en varios puntos de la porción mendocina de Vaca Muerta. “También estamos frente a la gran oportunidad de poner en valor nuestros crudos pesados. Tenemos más recursos de esa clase por aprovechar que los extraídos en toda nuestra historia”, cuantifica. 

“Después de que el gas no convencional se robara toda la atención por un tiempo, hoy el foco de la inversión volvió al crudo. Ésa es una buena noticia para nuestra provincia”Hay yacimientos como Llancanelo, ejemplifica, que suscitan grandes expectativas y paulatinamente comienzan a entregar datos favorables. “Estamos impulsando medidas similares a las que tomó el Gobierno nacional para fomentar esta producción y ayudar a desarrollar la infraestructura necesaria”, pondera.

De la mano de la innovación tecnológica y de una mayor competitividad de los costos, precisa, la provincia recibirá cuatro nuevas plantas de polímeros para promover la recuperación terciaria. “Así se competirá crudo contra crudo y saldremos un poco del monopolio de la atención que tuvo en los últimos siete años Vaca Muerta en función de las necesidades gasíferas del país”, proyecta.

Otra prioridad de la subsecretaría mendocina de Energía y Minería, afirma Guiñazú Faber, pasa por atraer a los pequeños y medianos inversores al segmento petrolero. “Luego de 10 años de que no se celebrara ninguna convocatoria, organizamos una exitosa licitación de áreas que captó el interés de tres operadoras junior. Esas organizaciones se caracterizan, sobre todo, por su escaso capital y su alto nivel de dinamismo”, asegura el directivo.  A su criterio, en algunos yacimientos que resultan marginales para las grandes empresas –pero que pueden ser óptimamente aprovechados por las junior– ya se están viendo resultados promisorios. “Para facilitar el desenvolvimiento en este ámbito, desde la Subsecretaría estamos trabajando con contratos de evaluación técnica (más conocidos como TEA), que resultan mucho más flexibles y acordes para la exploración en áreas de alto riesgo”, complementa.

“A diferencia de otras provincias petroleras, nuestro sector se encuentra totalmente integrado, ya que incluye a los servicios asociados y a la actividad petroquímica”

De acuerdo con Guiñazú Faber, para Mendoza resulta tan importante promover la producción de petróleo o electricidad como fortalecer la cadena de valor aguas abajo. “A diferencia de otras provincias petroleras, nuestro sector se encuentra totalmente integrado, ya que incluye a los servicios asociados y a la actividad petroquímica”, enfatiza.  Es clave, en su opinión, garantizar que la mayor parte del valor agregado se reparta puertas adentro sin atentar contra la competitividad sectorial. 

“Para ellos disponemos de beneficios impositivos y herramientas de promoción de  know-how”, menciona. En materia de recursos naturales, expone, la provincia posee “un poquito de todo”. “A esa heterogeneidad de riquezas le sumamos un ambiente de negocios saludable, tecnología, universidades y servicios. Intentamos sacarle el mayor margen posible a cada rubro”, explica. Desde su óptica, las energías renovables tienen muchos méritos, pero no alcanzan para cubrir una matriz energética bien equilibrada. “Nos interesa fortalecer todos los eslabones de la cadena de valor energética”, aclara.

Mendoza, sentencia, no puede darse el lujo de omitir ninguno de los segmentos del poderoso sector energético. “Por eso trabajamos para maximizar el valor de nuestros recursos primarios, llevarlos a vectores comercializables y posibilitar que los beneficios queden dentro de la región”, concluye.