Durante su discurso de apertura del Congreso para este año, el presidente argentino Alberto Fernández adelantó, entre otras cosas, que presentará un proyecto de Ley “para el desarrollo del sector hidrocarburÃfero y minero que estimule la inversión nacional e internacional en el sector y facilite el desarrollo de la cadena industrial, tecnológica y de servicio†que genere empleo.
Precisó que apuntará a un desarrollo minero “con pleno respeto a estándares internacionalesâ€. “La minerÃa metalÃfera y la del litio se presentan como grandes oportunidades para aumentar las exportacionesâ€, remarcó.
Bruno Fornillo, investigador del Grupo de Estudios en GeopolÃtica y Bienes Comunes (IEALC) y asesor de la Provincia de Buenos Aires en el área de la electromovilidad, señala que la iniciativa podrÃa ser beneficiosa siempre y cuando modifique algunos términos de la actividad y estimule la cadena de valor local.
“Si el proyecto se basara sólo en la inversión para la extracción no serÃa estimulante para el paÃsâ€, opina y argumenta: “la captación de renta que permite un mercado tan pequeño como el de litio es muy pobre para Argentinaâ€.
“A lo que habrÃa que apuntar es a modificar de manera radical los problemas de participación local, comunitaria y ambiental (es una actividad que insume grandes volúmenes de agua), y de renta porque el porcentaje que pagan en Argentina las empresas mineras es apenas del 3% en boca de pozoâ€, agrega.
Por su parte, Arnaldo Visintin, Doctor en Ciencias QuÃmicas (FCE-UNLP) e investigador de CONICET, respalda los dichos de Fornillo y considera que “no está mal –con el proyecto de Ley- apuntar a la extracción, siempre y cuando también se incentive la cadena de valor localâ€.
Marco de extracción local y potencialidades sobre la cadena de valor
Ambos expertos comparan a la Argentina con paÃses como Chile y Bolivia, no sólo por su cercanÃa y porque sobre esas plazas se extiende el yacimiento denominado ‘Triángulo del Litio’ (donde se concentra aproximadamente el 80% de las reservas de este metal a nivel mundial), sino porque todos han tomado polÃticas sobre su aprovechamiento.
Explican que Argentina (cuarto exportador mundial de litio: 6.200 toneladas en 2018) sólo le cobra a las empresas que extraen litio el 3% en boca de pozo con declaración de las propias compañÃas, donde los informes ambientales son declarados por ellas mismas y no hay participación de las comunidades de la región.
En Chile, que es el segundo exportador mundial de litio (16.000 toneladas), las empresas mineras pagan un impuesto del 40% a la extracción. De la actividad, 24 millones de dólares anuales van a parar a las comunidades y otro tanto a la investigación.
Además, su régimen minero obliga a que el 25% de la producción de litio se destine al mercado interno a precio preferencial para crecer en la cadena de valor. Actualmente Chile intenta utilizar ese porcentaje en desarrollos con empresas internacionales para que hagan materiales activos para las baterÃas.
En Bolivia, durante el Gobierno de Evo Morales, desde el año 2007 la actividad de extracción de litio estaba controlada totalmente por el Estado. En virtud de ello, en asociación con la empresa alemana ACI Systems GmbH, se desarrolló un vehÃculo eléctrico boliviano donde el 51% de las acciones de la alianza estratégica son de la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB).
Fuente: EnergÃa Estratégica
688 lecturas | Ver más notas de la sección MinerÃa