YPF, la mayor compañía petrolera argentina, aplicará una reducción de sueldos de entre 10% y 25%. Es para los trabajadores que están fuera de convenio. La empresa reacciona frente al daño que está sufriendo por la cuarentena.

Las posiciones de presidente, CEO y vicepresidente tendrán una reducción del 25%, mientras que los ejecutivos de línea gerencial resignarán un 15%. El resto sufrirá una baja de 10%.

Según una encuesta de la consultora Korn Ferry, el 73% de las empresas prevén una disminución de los ingresos. En la Argentina, la mayoría de las compañías considera que la compensación y beneficios se verán afectados para todos los grupos de empleados. La cantidad de participantes que no están seguros del impacto económico de COVID-19 en su negocio ha disminuido, del 31% al 19% respecto al primer relevamiento.

“La percepción de la gravedad del impacto se ha vuelto más negativa”, dice un trabajo de Korn Ferry, especialista en temas de recursos humanos.

En el mismo rubro, de hecho, empresas de servicios petroleros, como Halliburton y San Antonio, ya habían realizado descuentos en los sueldos de sus trabajadores. También ofrecieron retiros voluntarios y desvinculaciones.

Por la implementación del barril criollo, algunas empresas también evalúan medidas similares.

En el caso de YPF, la caída de cerca de 70% en la venta de combustibles hizo que decidiera recortar salarios.

Es una de las primeras medidas que se conocen desde el nombramiento del nuevo CEO, Sergio Affronti.

“Los ejecutivos y la gerencia media son los más afectados por las reducciones en la compensación”, explica Korn Ferry. “Los recortes salariales son la acción más consistente en todos los grupos de empleados, seguidos por el congelamiento de los salarios”, agrega.

YPF logró revertir las pérdidas durante el primer trimestre del año. Ganó $ 6.350 millones contra un rojo que había sido de $ 8.180 millones. Pero fue en los primeros meses, con solo 10 días de cuarentena. A partir del 20 de marzo, cuando el país entró en aislamiento obligatorio, las ventas de la petrolera se derrumbaron, junto a las del resto de la industria.

Según le indicaron fuentes de la compañía a la agencia Reuters, la rebaja será “por varios meses hasta que los efectos del coronavirus en la economía empiecen a disminuir”. La venta de combustibles explica cerca del 60% de la caja de la petrolera.

Desde el SUPEH que comanda Antonio Cassia salieron a aclarar que los descuentos son solamente para los "no convencionados", sin embargo le enviaron una carta al presidente de la empresa, Guillermo Nielsen y a Affronti en la que rechazan todo tipo de descuentos y aseguran que el Estado Nacional, provincias y grandes consumidores le deben a la empresa fondos con los que podría hacer frente a sus compromisos.

La venta de nafta había bajado más durante las primeras semanas de cuarentena, pero fue repuntando a medida que se incorporaron más actividades permitidas.

Hasta ahora había habido rebajas salariales pero en las empresas que proveen servicios a YPF en los yacimientos, no en el staff de la petrolera.

Y en el mercado esperan que otras compañías sigan el camino de la firma de mayoría estatal.

Es que, además de la baja del consumo, la actividad productiva está prácticamente paralizada. En abril, no hubo ninguna fractura en Vaca Muerta, lo que no había sucedido nunca desde la puesta en marcha del megayacimiento.

Los cuatro principales ajustes que se han aplicado en el grueso de las empresas son el aumento de las medidas de seguridad, el trabajo voluntario desde el hogar, el distanciamiento social y el aumento de la disponibilidad de la tecnología. En el mundo petrolero, hay una excepción. Porque las productoras esperan el decreto sobre el barril “criollo” que establece que no habrá aumentos de impuestos a los combustibles.