El kirchnerismo analiza cómo habilitar el traslado a tarifas de los nuevos estÃmulos a la producción de gas. El Esquema de Gas 2020- 2024 podrÃa reemplazar importaciones en tiempos de ultra cepo cambiario pero elevarÃa los subsidios.
En el interior del equipo técnico que el Frente de Todos tiene para el sector de la energÃa asoma una idea
inquietante.
Se trata de que los precios necesarios para garantizar las inversiones petroleras en el segmento del gas, con una rentabilidad razonable para las empresas,serÃan incompatibles con la sostenibilidad del proyecto polÃtico del kirchnerismo y la salud fiscal.
En otras palabras, que los precios del gas que permitirÃan asegurar el autoabastecimiento energético no pueden ser trasladados por completo a lastarifas sin que estas se tornen impagables para la mayorÃa de los usuarios y los comercios -y traben, asÃ, la recuperación de la actividad- o sin que el costo anual de los subsidios vaya creciendo y comprometa la estabilidad de la macroeconomÃa.
Para colmo, una nueva devaluación del peso agregarÃa presión a las cuentas fiscales y el Fondo Monetario Internacional (FMI) le pedirá en los próximos al Gobierno de Alberto Fernández que presente un programa de consolidación fiscal (ajuste), que entre otras cosas deberá reducir los subsidios a la energÃa, para otorgarle a la Argentina otro programa, el segundo en menos de tres años.
Todo esto conforma, con algunos matices, las mismas restricciones con las que chocó el ex presidente, Mauricio Macri, durante todo su mandato.
Primero en la etapa de Juan José Aranguren como ministro de EnergÃa y con cierto grado de atraso cambiario, y luego con Javier Iguacel y Gustavo Lopetegui como secretarios del área, ya con el peso devaluado.
Que a nales del año pasado la clase media pagara casi por completo el costo de producir el gas y la energÃa
eléctrica y que solamente los usuarios muy vulnerables accedieran a una tarifa social fue un proyecto frustrado de Cambiemos.
El plan oficial
El ministro de Desarrollo Productivo, MatÃas Kulfas, que expresa en buena medida el pensamiento económico de Alberto Fernández, presentó hace 10 dÃas el nuevo Esquema de Gas 2020-2024, con la intención de evitar importaciones de gas y combustibles lÃquidos en el invierno de 2021 y también en 2022, cuando tener los dólares y que no se escapen por la vÃa comercial es una prioridad en tiempos de cepo cambiario.
Con este plan se buscará dar certezas a las petroleras para que vuelvan a invertir en extraer gas, una tarea paralizada desde los últimos cuatro meses de la gestión de Macri, entre otras cosas por haber reinterpretado la Resolución 46/2017 y perjudicar fundamentalmente a Tecpetrol, de Techint, que desarrolló el campo FortÃn de Piedra.
El modelo se sustenta en la pronta realización -en las próximas semanas- de una subasta para formalizar contratos de largo plazo (4 años) entre las productoras (YPF, la francesa Total Austral, Tecpetrol, PAE, Pampa EnergÃa, CGC, Pluspetrol y la chilena ENAP, principalmente), las distribuidoras (Metrogas, Naturgy, Camuzzi y EcoGas, entre otras) y la CompañÃa Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA), que abastece a las usinas termoeléctricas.
También se establece que obtendrán los estÃmulos las empresas que mantengan o incrementen la producción y los niveles de empleo del perÃodo base (el trimestre mayo-julio 2020), algo que fue cuestionado por el Instituto Argentino de la EnergÃa (IAE) General Mosconi, think tank del radicalismo conducido por el ex secretario de EnergÃa Jorge Lapeña, ya que no hay certidumbre de que aumentará la producción.
El promedio de la extracción de gas entre mayo y junio (últimos datos conocidos) fue de 125,3 millones de metros cúbicos por dÃa (MMm3/d). En agosto del año pasado era de 144,4 MMm3/d.
Fuente: El Cronista
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