Durante el 2020 se produjeron 42 sismos en vaca muerta, todos de baja profundidad y de magnitudes bajas a medias, y siempre en coincidencia con áreas hidrocarburÃferas no convencionales en producción. Este año que pasó, además, nos dejó la muestra de que las consecuencias de los movimientos sÃsmicos en vaca muerta pueden tener incidencia en todo el Alto Valle de RÃo Negro y Neuquén. Los temblores en vaca muerta vienen registrándose desde 2015 y seguirán hasta tanto se tomen las medidas necesarias, que implican en primer lugar, plantear abiertamente la discusión ambiental.
El 2020 también dejó indicadores importantes respecto de los movimientos sÃsmicos. Por ejemplo, en un lapso de 6 dÃas, desde el 1 hasta el 6 de junio se registraron 16 sismos (un enjambre sÃsmico), siempre en cercanÃas de Añelo, en todos los casos sismos superficiales y de magnitudes bajas a medias. El dÃa 6 de junio la empresa Shell suspendió temporalmente sus actividades de fractura en el área Bajada del Añelo, a causa de los movimientos sÃsmicos registrados en el sitio, tal como lo declaro la compañÃa. La suspensión fue preventiva ya que estos temblores podÃan poner en riesgo a los operarios, a los equipos de fracking y las demás instalaciones. Esta situación marcó la primera vez que una empresa detiene sus operaciones en vaca muerta debido a los sismos, y lo hace público.
En la última parte del año, la noche del sábado 27 de octubre encontró a gran parte del Alto Valle percibiendo los movimientos debido a un temblor de 4,4° en la escala de Richter. AsÃ, este año dejó en evidencia que las consecuencias de los movimientos sÃsmicos pueden ser regionales, afectando no solo a la población de las localidades "petroleras" sino también a todo el Alto Valle de RÃo Negro y Neuquén. Lo que no hubo en este año fueron avances oficiales en la instalación de sismógrafos (que pareciera ser funcional al discurso que plantea que falta información para tomar decisiones). Tampoco se avanzó en la regulación provincial ante estos movimientos sÃsmicos: ¿serÃa prudente detener las operaciones (como lo hizo la operadora Shell) si ocurre un movimiento sÃsmico por encima de un nivel de intensidad determinado? La discusión ambiental sigue sin asomar en el horizonte de vaca muerta.
Esta herramienta podrÃa funcionar como un "semáforo sÃsmico", como se realizó por ejemplo en Inglaterra, en forma previa a la decisión oficial de detener el fracking en todo su territorio. A través de este "semáforo sÃsmico" las empresas debÃan detener sus operaciones durante 18 horas cada vez que la fractura hidráulica producÃa un sismo de intensidad mayor a 1,5° en escala Richter. Mientras tanto, los grandes problemas ambientales continúan presentes. Los pozos sumideros siguen saturando las formaciones geológicas con los residuos lÃquidos provenientes de las perforaciones, y los sismos siguen haciendo temblar el suelo en esta parte de la Patagonia. (...)
Fuente: Diario RÃo Negro
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