Los indicadores de los últimos años han sido más que positivos y la industria ya piensa en el siguiente nivel del shale. Según el informe del Instituto Argentino de Energía (IAE) “General Mosconi” , entre el 2013 y 2023, la producción de petróleo presentó una caída hasta mediados del año 2018 en un contexto donde las reservas comprobadas, probables y posibles también disminuían. Ese panorama cambió a partir de 2018 cuando las reservas comprobadas comenzaron a recuperarse, con la excepción del año 2020.
En 2022, y por segundo año consecutivo, las reservas han aumentado en todas sus mediciones , incluso los recursos, y reflejan los niveles más altos de la década. En ese mismo año, las reservas comprobadas de petróleo fueron 24,3% mayores a las registradas en el año 2013, lo cual implica una tasa promedio anual del 2,2% en el periodo. De la misma manera han aumentado las reservas probables un 7,4% promedio anualmente a la vez que son 103,3% superiores a las del año 2012.
Por otra parte, las reservas posibles son 78,9% mayores respecto del año 2012 y crecen a una tasa promedio anual del 6% en la última década. Los recursos contingentes de petróleo aumentan 25,3% en promedio anual y son 856% mayores a los del año 2012.
Además, en el año 2022, las reservas comprobadas de petróleo crecen al igual que las demás categorías respecto al año anterior: las reservas comprobadas son 3,1% mayores, las probables y las posibles 7,3% y 11,2% superiores respectivamente. Por otra parte, los recursos contingentes crecieron 15,6% respecto de 2021. El trabajo del IAE también describe que las reservas comprobadas presentan una evolución diferente entre las cuencas argentinas.
Fuente: La Mañana de Neuquén
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