
YPF decidió imprimirle mayor velocidad a su ambicioso proyecto de exportación de Gas Natural Licuado (GNL) y activó una etapa clave de redefinición societaria y financiera. Luego de un año de negociaciones con Shell, cuyos tiempos no terminaron de alinearse con la estrategia de la petrolera argentina, la compañÃa avanzó en un nuevo esquema que mantiene como socios a la italiana ENI y a XRG, el brazo internacional de inversiones energéticas de ADNOC , mientras explora la incorporación de un reemplazo para la anglo-holandesa.
En ese marco, YPF ya puso en marcha el proceso de estructuración financiera del proyecto y encomendó a JP Morgan la búsqueda de inversores para cerrar un esquema de project finance. El objetivo inicial es captar entre US$10.000 y US$12.000 millones, con la expectativa de iniciar el fondeo antes de fin de año o a comienzos de 2026. En la compañÃa no descartan que ese monto pueda ampliarse si se suma un nuevo socio estratégico en el corto plazo.
El rediseño del consorcio apunta a garantizar un desarrollo más acelerado del proyecto, en un contexto en el que YPF busca capitalizar la ventana de oportunidad que abre Vaca Muerta en el mercado global de gas. El esquema actual contempla una capacidad inicial de 12 millones de toneladas anuales de GNL , con la posibilidad de sumar otros 6 millones de toneladas si se concreta el ingreso de una compañÃa de escala global , lo que llevarÃa el total a 18 MTPA.
Desde la conducción de la empresa destacan que el proyecto no solo está pensado como una plataforma gasÃfera, sino como parte de una estrategia integral de exportaciones energéticas. En las proyecciones internas, el desarrollo combinado de GNL y petróleo podrÃa generar ingresos del orden de los US$200.000 millones en un horizonte de 20 años, con flujos anuales que rondarÃan los US$10.000 millones.
El contexto internacional también juega un rol en la estrategia. En YPF descuentan que 2026 será un año de precios relativamente bajos para el crudo, con valores promedio en torno a los US$63 por barril, pero anticipan una recuperación a partir de 2027. Bajo esa lectura, la prioridad es no frenar la actividad y llegar con infraestructura y producción listas cuando el ciclo de precios vuelva a ser más favorable.
En paralelo al GNL, la compañÃa avanza con el desarrollo de infraestructura clave. El oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), que permitirá destrabar la exportación de crudo, presenta un avance cercano al 45% y se prevé su finalización en 2026. A eso se suma la planificación de un gasoducto de 48 pulgadas destinado especÃficamente a exportaciones, además de nuevos poliductos, plantas compresoras y un fuerte incremento en la perforación de pozos.
La estrategia se completa con una reorientación del portafolio. YPF profundiza su salida de negocios considerados no estratégicos para concentrar recursos y gestión en el desarrollo shale. La venta de activos como Manantiales Behr, Profertil y Metrogas apunta a reforzar la caja y sostener un nivel de inversión elevado en Vaca Muerta, donde la producción de la compañÃa ya superó los 240.000 barriles diarios, más del doble que en 2023.
Con este movimiento, YPF busca consolidarse como el principal tractor del desarrollo energético argentino, acelerar los tiempos del GNL y posicionar a Vaca Muerta como un jugador relevante en el mercado global, en un escenario donde la competencia por inversiones y mercados es cada vez más intensa.
Fuente: ADN Sur
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