Esto se debe a que la instalación y crecimiento de las energías de bajas emisiones podría conducir a una demanda máxima de combustibles fósiles en esta década . “Si el mundo logra reducir la demanda de fósiles lo suficientemente rápido como para alcanzar cero emisiones netas para 2050, los nuevos proyectos enfrentarían importantes riesgos comerciales ”, afirmó la AIE. 

El nuevo informe, una actualización de la primera publicación de este tipo de 2021, tiene en cuenta la evolución del sector energético en los últimos dos años . Incluye la crisis energética, la invasión rusa de Ucrania, el impulso hacia la seguridad energética y el aumento de la demanda de instalaciones solares y venta de vehículos eléctricos. «Se prevé que la cartera de fabricación anunciada para energía solar fotovoltaica y baterías sea suficiente para satisfacer las necesidades de implementación del escenario NZE (cero emisiones) hasta 2030″, expresó la AIE en su informe. 

Se espera que el mundo invierta un récord de 1,8 billones de dólares en energía limpia en 2023, pero la AIE subrayó que esa cifra debe aumentar a 4,5 billones de dólares a principios de la década de 2030 para lograr cero emisiones netas en 2050. En un escenario neto cero, la demanda de petróleo y gas disminuirá alrededor de un 20% para 2030, “lo suficientemente rápido como para que no sea necesario aprobar nuevos proyectos de petróleo y gas convencionales con plazos prolongados para su desarrollo”, aseguraron. 

«La electricidad de bajas emisiones aumenta tan rápidamente que no se construyen nuevas plantas de carbón ininterrumpidas más allá de las que se están construyendo a principios de 2023″, añadió la agencia. “La fuerte caída de la demanda de combustibles fósiles en el escenario NZE significa que no se aprobará el desarrollo de nuevos proyectos convencionales de petróleo y gas a largo plazo después de 2023, y que no habrá nuevas minas de carbón ni extensiones de vida útil de las minas de carbón”, según la AIE. 

Sin embargo, la agencia señaló que todavía se necesita inversión en proyectos existentes de suministro de combustibles fósiles en el escenario NZE «para garantizar que la oferta no caiga más rápido que la caída de la demanda». También advirtió que una transición energética «ordenada» está lejos de ser segura, especialmente si la inversión en combustibles fósiles cae más rápido que la expansión de la energía limpia . A la vez, no será segura si los grandes productores deciden generar más petróleo y gas para aumentar su participación en el mercado e influir en los precios . « Los gobiernos deben separar el clima de la geopolítica , dada la magnitud del desafío que tenemos entre manos», subrayó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.