Además, el Gobierno analizará un mecanismo de indexación mensual para que los ingresos de las empresas no queden atrasados frente a la inflación, y también estudiará las propuestas sobre la reversión del Gasoducto Norte.

A mediados de diciembre, las compañías reguladas (TGN, TGS, Metrogas, Naturgy, Camuzzi, Ecogas, Litoral Gas, Gasnor, Gas NEA y Redengas) presentaron sus informes, en los que pidieron incrementos en sus márgenes de entre 350% y 700%, teniendo en cuenta que en los últimos cinco años su retribución fue menor que la variación del resto de los precios de la economía.

La audiencia será de manera virtual y se transmitirá por streaming. Como es habitual, no será vinculante. En los últimos días, según consta en un expediente voluminoso, el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, le pidió a la Justicia un amparo para suspender el acto y que se realice de manera presencial.

Asimismo, los dueños de estaciones de servicios nucleados en la Federación de Empresarios de Combustibles (Fecra) advirtieron que un aumento considerable del gas repercutirá negativamente en su negocio de venta de Gas Natural Comprimido (GNC), una alternativa económica a la nafta súper y también al gasoil.

La intención oficial es poder aplicar los incrementos entre febrero y marzo, para empezar a reducir el monto de subsidios.

Según la consultora Economía & Energía, actualmente los hogares N1 pagan por el gas en promedio unos $ 6821 por mes; los N3, $ 4892; y los N2, $ 2485. Si se calcula un costo medio de abastecimiento de 4,10 dólares por millón de BTU, las facturas saltarían a $ 24.562 para los N1 y N3; y a $ 8782 para los N2, con aumentos de 260%, 402% y 253%, respectivamente. En este escenario, los subsidios al gas natural caerían de los 2600 millones de dólares en 2023 a unos u$s 1230 millones en 2024.