La petrolera aplicará esa cuantía en la refinería Gabriel Passos (Regap), inaugurada en 1968 y situada en la zona metropolitana de la ciudad de Belo Horizonte, según indicó en un comunicado. El objetivo es "elevar la eficiencia energética, aumentar la confiabilidad y reducir las emisiones de carbono" de las instalaciones, en línea con lo establecido en el plan estratégico de la empresa. 

Asimismo, señaló que estudia, de forma preliminar, iniciativas para aumentar considerablemente la capacidad de procesamiento de la refinería hasta los 40.000 metros cúbicos diarios, frente a los 26.000 actuales. Ese incremento de las operaciones "puede demandar hasta 8.000 millones de reales en inversiones" adicionales, afirmó la compañía, controlada por el Estado brasileño, pero con acciones negociadas en las bolsas de São Paulo, Nueva York y Madrid. 

En este sentido, aclaró que "cualquier decisión sobre inversiones debe pasar por los procesos de planificación y aprobación previstos" por la empresa y para los que hay que constatar su viabilidad "técnica y económica". La petrolera llegó a poner a la venta Regap en el pasado, en el marco de un plan de desinversiones en el que pretendía desprenderse de un total de ocho de sus refinerías. 

Sin embargo, esos planes se han detenido desde la llegada al poder, en enero pasado, del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien defiende reforzar el papel de Petrobras como inductor del crecimiento del país y aumentar su capacidad de refino. Petrobras, la mayor empresa de Brasil, produjo en el tercer trimestre un promedio diario récord de 3,98 millones de barriles de petróleo y gas natural equivalente, un 9,2 % más frente al mismo periodo de 2022. (...)