El Gobierno quiere avanzar con una obra clave para sustituir las importaciones de gas de Bolivia por producción de Vaca Muerta. Para ello, la empresa estatal Energía Argentina (Enarsa) volvió a licitar anteayer un tramo de la obra que había quedado desierto en diciembre pasado, luego de que las ofertas económicas presentadas superaron ampliamente el presupuesto oficial. Al ser una licitación abreviada, solo podrán participar las empresas que lo hicieron en el pliego anterior. 

Por lo tanto, estarán Techint y Sacde, la constructora de Marcelo Mindlin, que formaron una unión transitoria de empresas (UTE) y participan de forma asociada; BTU, y Pumpco, la subsidiaria de MasTec, una de las principales empresas constructoras de ductos en Estados Unidos, cuyo fundador es Jorge Mas, dueño del Inter Miami. 

Para el propietario del club donde juega Lionel Messi se trata de una revancha, ya que si bien su oferta económica anterior había sido la menor de las tres presentadas, se descartó por cuestiones técnicas: la acusaban de ser una pantalla de una empresa local, la constructora Víctor Contreras, con la cual habían tenido una mala experiencia durante la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. 

MasTec no tiene aún proyectos de construcción en América Latina. Por eso mira con interés el futuro de la Argentina, que, apalancada por la mayor producción de gas y petróleo de Vaca Muerta, se espera que desarrolle más proyectos de magnitud para poder transportar esas reservas. Durante la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, Pumpco fue la proveedora de las máquinas para realizar las zanjas. 

Ahora, busca participar de manera de directa en la obra, apoyándose en varios de los equipos técnicos de la empresa Víctor Contreras. La UTE conformada por Techint y Sacde ya fue adjudicataria de los otros dos tramos de la obra de reversión del gasoducto del norte. 

Ambas empresas habían trabajado juntas también durante la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, en el cual obtuvieron la adjudicación de tres de los de cuatro tramos de la obra. Si bien en la licitación original de la actual obra se estipulaba que ninguna empresa podía ser adjudicataria de los tres tramos, al haberse declarado desierto el proceso del primer renglón, podría ocurrir que Techint y Sacde terminen construyendo toda la obra. Ocurre que, al abrirse una nueva licitación, se limpian los antecedentes del resto del proceso. 

Para el financiamiento de la obra, Enarsa cuenta con un crédito de US$540 millones del Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe (CAF). La gestión anterior de Enarsa había valuado el total del proyecto en US$740 millones. El Estado ya financió alrededor de US$100 millones a través de la compra de los caños a Tenaris, del grupo Techint, quien fue adjudicada mediante una licitación. Si bien se creía que no iban a necesitarse más fondos debido a la devaluación de diciembre y al abaratamiento de los costos en pesos, en Enarsa están haciendo de nuevo los cálculos y se podría pedir financiamiento a Cammesa, la compañía eléctrica con control estatal que depende de las transferencias del Tesoro.