Federico García, gerente de Proyectos Shale de la petrolera, da su visión sobre los logros y los desafíos que implica la explotación del yacimiento El megayacimiento neuquino de Vaca Muerta es uno de los principales reservorios de petróleo y gas no convencional en el mundo. Por eso, su desarrollo apunta no sólo a cubrir el déficit energético de la Argentina, sino a convertirse en una fuente de exportaciones.

YPF es la principal impulsora del esfuerzo y la innovación que ha transformado a Vaca Muerta de un proyecto a una realidad en expansión productiva.

 "Hace un año y medio atrás, teníamos solamente un pozo cuya producción era mínima, era de tres metros cúbicos o cuatro metros cúbicos de petróleo. Hoy, estamos produciendo más de 1.500 m3 por día", detalla Federico García, gerente de Proyectos Shale de la petrolera, sobre el prometedor bloque La Amarga Chica.

 Ingeniero químico, García da cuenta del acelerado crecimiento de la actividad que se ve en Vaca Muerta, pero también de los desafíos que implica la explotación del yacimiento.

 "El no convencional en la Argentina es algo nuevo. En los últimos cuatro años se han hecho cosas muy, muy, importantes y muy grandes desde el punto de vista del desarrollo de tecnologías, de conocimiento de subsuelo, de infraestructura", explica.

 Y agrega: "día a día vamos aprendiendo qué tenemos que hacer, cómo lo tenemos que hacer y continuamente nos estamos desafiando como equipo de trabajo. La curva de aprendizaje que hemos tenido en estos últimos tres años ha sido muy relevante y todo fue más rápido de lo que se ha hecho en Estados Unidos".

 El gerente de YPF también hace una evaluación de la gran oportunidad que representa Vaca Muerta para el país.

 "Estamos parados en un momento histórico: en el lugar justo, en el tiempo apropiado, para desarrollar este gran potencial que vemos no solamente para YPF, sino para la Argentina: hacer crecer y despegar energéticamente al país", concluye.