Estamos por arrancar, tenemos unos puntos para resolver con los permisionarios pero la intención es arrancar cuanto antes, aseguró a Energía On, el gerente general de Compañía Mega, Alejandro Fernández. El gasoducto en cuestión es una obra clave no sólo para la empresa, sino también para la industrialización del gas de Vaca Muerta dado Mega es la única separadora de los gases ricos como son el etano, butano, propano y gasolina que forman parte del gas y que luego son destinados a las industrias para su procesamiento o bien para la exportación. 

La obra tiene una complejidad importante por la cantidad de interferencias que pasar porque no sólo hay que cruzar la ruta 7 y los dos brazos del río sino que la zona de Loma La Lata decimos que es como un plato de fideos por la cantidad de caños que tiene y por eso tenemos 39 interferencias en los 9,2 kilómetros del gasoducto , explicó Fernández. 

La línea tendrá un diámetro de 36 pulgadas y partirá de la zona de Tratayén en donde se encuentra el gasoducto del área Fortín de Piedra de Tecpetrol. De allí cruzará la ruta 7 en forma dirigida, sin tener que cortar el tránsito para su paso luego cruzará ambos brazos del río Neuquén para atravesar finalmente territorio de la comunidad mapuche Kaxipayiñ y llegar a las instalaciones de Mega en Loma La Lata . Fernández remarcó que este momento de transición que estamos viendo no afecta los planes que tenemos desde Mega y destacó que la obra demandará una inversión de entre 20 y 40 millones de dólares que en principio serán financiados con recursos propios de la empresa. 

La obra tiene un plazo de ejecución de 8 a 9 meses , por lo que estaría finalizada para el segundo semestre del año que viene. Este gasoducto será el primero de propiedad de Mega que llegue a la planta separadora de la firma desde donde parte el poliducto que conecta con las instalaciones de Bahía Blanca para la etapa final del proceso. Hoy las tres líneas que llegan a la planta no son propias y con este nuevo gasoducto lo que buscamos es garantizar la carga a futuro con la producción de los desarrollos que están del otro lado del río, aseguró Fernández. Mientras desde la firma se avanza en la definición de un plan estratégico para el mediano y largo plazo, la empresa debe lidiar con las complicaciones de la caída de demanda de gas natural en la temporada templada. 

El verano pasado ya tuvimos problemas porque no pudimos cargar los 38 millones de metros cúbicos que tenemos de capacidad porque no había quien compre la parte del gas que queda del tratamiento porque nosotros procesamos el 18% y el resto vuelve a las redes, indicó Fernández. Y remarcó por ello que como país se está haciendo muy poco por ampliar la demanda que es lo que necesitamos y el único que está haciendo algo es YPF con la barcaza y todo el desarrollo del GNL como proyecto nacional y el proyecto para ampliar la planta de fertilizantes para industrializar gas natural para producir y exportar urea y otros fertilizantes.