El instrumento, dispuesto a través de la Resolución 557/2022 publicada en el Boletín Oficial, es considerado como un “paso necesario para conocer el conjunto del potencial hidrocarburifero de la Argentina” además de servir como insumo para “la planificación de las políticas públicas de este sector”, según indicó la Secretaría conducida por Darío Martínez en un comunicado.

Los cambios en las normas y procedimientos establecidos en 2010 se aplican sobre los sistemas de medición de producción, y deberán ser seguidos por los permisionarios de exploración y los concesionarios de explotación de hidrocarburos de todo el país. Mediante dichos sistemas el Estado puede acceder a “la información mas completa y precisa en materia de volúmenes de producción, tratamiento, fraccionamiento, transporte y almacenaje de hidrocarburos en el conjunto del territorio”, permitiéndole determinar “la cantidad y calidad del gas y del petróleo”. 

Entre los motivos de la actualización y la ampliación de la legislación, se encuentra la búsqueda de adecuación a la “especificación y definición de las instalaciones y sistemas de medición”, precisó la Secretaría de Energía. Además, la modificación adecua los sistemas de cuantificación a las exploraciones no convencionales y costa afuera, que requieren la instalación y la ampliación de sus estructuras de medición. 

Del mismo modo, el nuevo marco regulatorio considera a las nuevas tecnologías y la incorporación de nuevos instrumentos de medición, y actualiza los periodos de verificación y de calibración. El organismo encargado de procesar y almacenar los datos recibidos será la Dirección Nacional de Transporte e Infraestructura de la Subsecretaría de Hidrocarburos, que dará cumplimiento a las nuevas especificaciones a través de sus sistemas informáticos.