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La sombra de Vaca Muerta: el boom que ocultó la caída del convencional en Neuquén

18/08/2025 | VACA MUERTA | Notas Destacadas | 133 lecturas | 0 Votos



De una década a esta parte, hablar de Neuquén se convirtió en sinónimo de Vaca Muerta. Y si de la formación shale se trata, lo habitual es leer sobre récords de producción, inversiones millonarias y proyecciones más que alentadoras de exportaciones.




Pero ese auge es el que mantiene en la sombra una dura realidad: Neuquén es también la provincia en donde más cayó la producción de petróleo convencional , un segmento que hoy languidece entre la subsistencia y los defaults.

Remontémonos al 2014 , un año en el que el desarrollo de Vaca Muerta era inicial . Hacía apenas unos meses se había aprobado el acuerdo entre YPF y Chevron para el desarrollo de Loma Campana, el área que hoy más petróleo aporta al país.

Si se observa la producción de la provincia de Neuquén en ese 2014, todos los desarrollos aportaron un promedio de 105.172 barriles de petróleo por día , con un aporte incipiente del no convencional de Vaca Muerta.

Puntualmente, la producción convencional fue en 2014 de 90.000 barriles por día , es decir que 8,5 de cada 10 barriles que en ese año se extrajeron de la tierra eran del clásico Medanito, del convencional. Pero de ellos, poco y nada ha quedado en tan solo una década.

Los datos del año pasado marcan que en el 2024 la producción total de petróleo de Neuquén creció un 239,27% ya que el impulso de los barriles de Vaca Muerta disparó la producción hasta los 413.416 barriles por día, en el promedio del año.

Sin embargo, el auge de Vaca Muerta ocultó la estrepitosa caída del convencional de Neuquén que se contrajo un 71,5% en esta década , marcando así la peor tasa de baja del país , que prácticamente duplica al promedio nacional.

La caída libre del convencional neuquino

Durante el año pasado, la producción promedio de Neuquén fue de 413.416 barriles por día, pero de ellos, solo 25.676 barriles por día correspondieron al petróleo convencional . Es decir, que solo 6 de cada 100 barriles provinieron de ese sector clásico que por décadas marcó el ritmo de la producción neuquina.

Si bien es correcto que se trata de campos maduros, la tasa de caída del 71,45% de la última década casi duplica al promedio nacional que fue del 39,13% . E incluso dentro de la misma Cuenca Neuquina choca con el declino por ejemplo de Mendoza que en esta década estudiada fue del 10,5%.

La Cuenca Neuquina marca ese efecto de aspiradora que los esfuerzos e inversiones que ha sido Vaca Muerta en esta década. Dado que también se observa que Río Negro sufrió un desplome mayor al promedio nacional.

La provincia hoy conducida por Alberto Weretilneck pasó de tener una producción de 37.740 barriles por día en 2014, a 19.769, pero si se toma solo el convencional, la baja es más notoria: de 35.844 barriles a 17.405, un desplome del 51,44%.

La Pampa completa la cuenca, y también muestra una caída por encima del promedio nacional. En este caso cayó un 48,36% en la década , al pasar de 24.298 barriles diarios a solo 12.545 barriles por día.

Los reflectores y los dólares en Vaca Muerta

La concentración en el shale, donde cada dólar da mejores rindes, marcó la clara migración del foco de las grandes empresas hacia esos desarrollos, en detrimento del convencional .

Mientras la mayor parte de la producción de ese viejo tipo está hoy en manos de empresas petroleras de pequeña y media talla, muchas de las cuales enfrentan hoy una situación financiera más que complicada (Ver aparte), también la atención de los diversos gobiernos provinciales de Neuquén se focalizó en Vaca Muerta.

La provincia es la titular de las concesiones, y como tal podría haber exigido el sostenimiento de los grandes desarrollos del convencional a la par del impulso a la nueva actividad hacia Vaca Muerta.

La crisis financiera entre las empresas del convencional

En los últimos meses una seguidilla de procesos de crisis han sido abiertos por empresas petroleras centradas en la producción convencional , como reflejo de la crítica situación que enfrentan.

Desde convocatorias a acreedores, defaults y toma de posición por otras firmas, hasta directamente la disposición de quiebra como sucedió con President Petroleum , el horizonte en este segmento de empresas está repleto de nubarrones.

En Neuquén hay nuevas operadoras en el sector, derivadas de la venta de áreas que hizo YPF, como es el caso de Bentia Energy -del exministro de Energía de la Nación, Javier Iguacel- en soledad en algunas áreas y junto a la neuquina Ingeniería SIMA en otras.

Mientras que otras firmas como Oilstone esperan la prórroga de sus concesiones de parte de la provincia para poder avanzar en sus bloques.

Pero, ya sean nuevas o viejas firmas, la constante del sector es que se trata de desarrollos que, si no tienen la posibilidad de reconvertirse hacia el shale, son de baja rentabilidad.

Esos bajos márgenes, sumados a las regalías mayores a las que se pagan en las concesiones no convencionales de Vaca Muerta, la caída del precio del petróleo y la falta de acceso a líneas de financiamiento son los nubarrones que ante un descalce pueden llevar a crisis como la que enfrentan actualmente Aconcagua Energía y Crown Point.

Tras una década de caída del convencional, y ante la consolidación de Vaca Muerta, desde el sector se reclama que es hora de que los gobiernos tomen nota y apliquen políticas de fomento específicas, a la medida de la realidad del convencional . Un sector desde el que se remarca que cuentan con una gran cantidad de trabajadores.

Regalías e impuestos, las claves del fomento

A pesar de que Neuquén es hoy la provincia que lidera la producción tanto de petróleo como de gas del país, no está de más tomar los casos de éxitos de otras jurisdicciones y en lo que hace al convencional Mendoza puede ser un ejemplo .

Tanto la provincia del sol y el vino, como más recientemente Chubut y Santa Cruz, han lanzado una serie de incentivos especiales para tratar de apalancar al sector del convencional y una de las claves son las regalías.

Habitualmente -porque eso marcaban las concesiones dadas por Nación- las regalías son del 15%. Es decir, que el 15% del equivalente en dinero de la producción debe ser abonado a la provincia donde se da la extracción.

En el caso de Vaca Muerta, Neuquén aplicó una rebaja para incentivar su desarrollo, la Ley 27007/14 contempla que solo abonen el 12%, algo que hoy se mantiene y que crea una paradoja: los desarrollos más rentables son hoy los que menos pagan.

Mendoza ha aplicado rebajas a la medida de cada proyecto, que en los últimos años le permitieron no solo frenar la caída en algunos sectores, sino incluso elevarla en otros al dejar parte de esos ingresos a las empresas para que puedan reinvertirlos.

En la vereda opuesta, La Pampa discute en estos días elevar a un bloque la alícuota hasta el 35% esperando poder licitarla.

Fuente: Diario Río Negro

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