Las petroleras y los sindicatos acordaron finalmente prorrogar por dos meses el convenio firmado a fines de abril que les reconoce un 60 por ciento del salario neto de febrero a los empleados que permanecen sin actividad. El único gremio que se desmarcó fue el de los trabajadores petroleros privados de Neuquén que encabeza Guillermo Pereyra. El ex senador aceptó la suma fija de 60.000 pesos mensuales propuesta por las compañías para aquellos que no están trabajando por la crisis. Además, sobre ese monto se seguirá descontando un 2% para financiar al sindicato y otro 2% que corresponde a la mutual. 

Una decisión que despertó polémica. Los 60.000 pesos aplicarán como un tope cuando el 60% del salario que se había establecido en abril supere esa cifra. En definitiva, una vez descontado el 4% que se reparte entre el sindicato y la mutual el ingreso de bolsillo se reducirá a 57.600 pesos. 

 -La realidad es que la situación del sindicato de petroleros privados de Neuquén  es distinta a la del resto porque nosotros tenemos 17.000 trabajadores en sus casas sobre un total de 24.000. Somos el único gremio que tiene tantos compañeros parados. Eso se debe a que el desarrollo de Vaca Muerta ha venido arrancando muy lento. No puedo tapar el sol con las manos. 

-A mí no me preocupan los planteos de los sectores críticos sino la estabilidad del conjunto de los trabajadores. Acá logramos la estabilidad hasta el 31 de agosto y un ingreso para que los trabajadores parados puedan enfrentar la crisis, pues si son despedidos ahora no se van a poder reinsertar. Pereyra defendió además la decisión de seguir aplicándoles los descuentos para el sindicato y la obra social a ese conjunto de trabajadores que pasarán a percibir solo 60.000 pesos mensuales. 

“La obra social es la que tiene mayor cobertura para los operarios del país. Entrega los medicamentos gratis y su financiamiento se ha visto deteriorado seriamente en los últimos mesesâ€�, agregó. Problemas de caja En los últimos meses la obra social dejó de percibir 154 millones de pesos debido a la crisis que atraviesa la actividad. 

Por ese motivo, se decidió apuntalar los ingresos del sindicato, aún cuando eso provocará una reducción efectiva de lo que cobren los operarios. De hecho, el sindicato no solo percibirá el 4% que aportan los trabajadores sino un 2% adicional del conjunto de la masa salarial de sus 24.000 afiliados, pero en ese caso no saldrán del salario de los operarios sino que será un dinero que aportarán directamente las petroleras. 

Las empresas destacaron la actitud de Pereyra, pero el plan inicial era también poner un tope de 80.000 pesos mensuales para los empleados jerárquicos y al no haber podido acordar ese punto con los gremios que representan justamente al personal jerárquico seguirán teniendo que desembolsar cifras abultadas en medio de la crisis, ya que un empleado que cobra 250 mil pesos ahora percibirá 150.000 pesos equivalentes al 60% de su salario habitual, mientras que si se hubiera aplicado el tope de 80.000 pesos le correspondería poco más de la mitad.