
La magnitud de la cifra convierte a este megaproyecto en el más relevante de la Patagonia en materia de inversión pública nacional para el año próximo, superando por amplio margen cualquier otra obra de infraestructura prevista en la región. El monto representa alrededor del 6% del gasto total de capital previsto por el gobierno nacional, en algo menos de 3,3 billones de pesos.
El financiamiento, que no figura como “Inversión Real Directa” (IRD) en Santa Cruz, aparece registrado dentro de las Transferencias Corrientes a empresas públicas, una modalidad habitual en proyectos estratégicos de energía. En este caso, los recursos serán canalizados a través de Energía Argentina S.A. (ENARSA), la compañía estatal que coordina el contrato con el consorcio integrado por la empresa china Gezhouba y sus socios argentinos.
Con este esquema, el Tesoro Nacional prevé transferir los fondos a ENARSA para afrontar las inversiones que permitan dar continuidad a la construcción de las represas, consideradas clave para incrementar la generación hidroeléctrica del país y mejorar la balanza energética nacional. Mientras los aprovechamientos hidroeléctricos del río Santa Cruz concentran la atención del presupuesto 2026 con una cifra de 200.000 millones de pesos, las asignaciones clasificadas directamente como Inversión Real Directa en la jurisdicción provincial resultan mucho menores.
El detalle presupuestario refleja que Santa Cruz contará con apenas 6.304 millones de pesos en obras viales y de mantenimiento, principalmente a cargo de la Dirección Nacional de Vialidad. De ese total: - 4.760 millones se destinan a redes de mantenimiento en el distrito Santa Cruz. - 264 millones a obras de seguridad en rutas nacionales. - 264 millones al mantenimiento y reparación de obras de arte. - 184 millones a la reparación y construcción de puentes y alcantarillas. - Además, se incluyen partidas bajo Transferencia de Funciones Operativas (TFO) para el mantenimiento de rutas nacionales Nº 3, 40, 281, 288 y 293. La diferencia entre los 200.000 millones centralizados en el megaproyecto hidroeléctrico y los poco más de 6.000 millones en inversión vial directa es un contraste importante.
Esto se explica porque los fondos para las represas provienen de bancos chinos y no del Estado nacional. A propósito, tratándose de una megainversión con aportes de una empresa estatal china, cabe preguntar: ¿se mantendrá el mismo entusiasmo, en el marco del reciente acuerdo de Javier Milei con Donald Trump? Parte de las condiciones del “apoyo” es el distanciamiento con el gigante asiático. Si bien el presupuesto no especifica cuál de las dos represas —Cóndor Cliff o La Barrancosa— será priorizada en la reactivación, funcionarios provinciales de Santa Cruz han señalado en los últimos meses que La Barrancosa registra mayor grado de avance (cerca del 40%) y que allí se concentrarían inicialmente los esfuerzos.
El gobernador Claudio Vidal recorrió las obras junto a autoridades nacionales y representantes de las empresas contratistas , confirmando que los trabajos se reactivarían tras el invierno. También se firmaron acuerdos para garantizar el pago de salarios y se iniciaron licitaciones internacionales de insumos estratégicos, como cemento, para reiniciar la construcción. En paralelo, Cóndor Cliff enfrenta mayores desafíos técnicos y financieros, y apenas alcanza un avance de obra del 20%. En total, el proyecto tiene un costo de 4.750 millones de dólares, aunque hay dudas respecto de si tendrá continuidad la segunda represa. Hasta el momento, China desembolsó unos 1.900 millones de dólares y el equivalente de la asignación presupuestaria para 2026 sería del orden de los 140 millones de dólares, al tipo de cambio actual. En julio último, el gobernador Claudio Vidal había firmado un entendimiento para la continuidad del proyecto junto al jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos.
Fuente: ADN Sur
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