Ese lugar marcó buena parte del camino que puso a Neuquén como parte del núcleo primordial del abastecimiento de energía del país. Hoy, bajo la influencia del shale, el tren de la historia le vuelve a pasar en Plaza Huincul y Cutral Co.Al menos así lo definen en la conducción de YPF, la empresa clave en el surgimiento de los no convencionales en el país, que hoy apunta a “ampliar el horizonte” operativo de Vaca Muerta.

La compañía controlada en un 51% por el Estado nacional anunció que en el corto plazo focalizará su estrategia de crecimiento en el desarrollo de tres clusters o polos sobre la formación neuquina.Se trata de Añelo, el lugar donde todo comenzó, y su zona de influencia con Loma Campana y Bandurria Sur como áreas que sustentarán buena parte del crecimiento de su producción; Rincón de los Sauces, algo anticipado durante los últimos meses y otro bastión tradicional del petróleo neuquino, ciudades a las que ahora sumará a Cutral Co-Plaza Huincul, donde realizará pozos exploratorios para seguir ampliando su operación sobre todo en la actual coyuntura de precios del Brent.

Este nuevo foco que principalmente buscará del desarrollo de tres clusters tiene que ver con un puñado de áreas donde la condición del recurso, las facilities (la infraestructura proyectada o disponible) y la logística le permiten a la compañía optimizar sus costos, algo que en buena medida tiene que ver con su posición histórica: instalaciones de antaño que puede utilizar o readecuar.

El primero de estos puntos es el corazón shale de su operación de hoy: Loma Campana, Bandurria Sur y La Amarga Chica. Es el actual cluster de Añelo. Su polo o cluster número dos es el otro bastión histórico del crudo neuquino, Rincón de los Sauces. Es la primera luego de Añelo en capitalizar el auge de los no convencionales: ya hubo pozos en áreas como Bajo del Toro y Narambuena. Y dentro de su plan de futuras expansiones, YPF incluye a Las Manadas y Puesto Hernández. No es la única empresa que hará lo mismo en esa zona hacia el norte de lo que es hoy la zona caliente de Vaca Muerta: Tecpetrol y sus operaciones en los Toldos y ExxonMobil, y Chevron (socia de YPF) también serán parte de los desarrollos shale que colocarán en la nueva era de la industria a ese punto de Neuquén.

Este horizonte expandido de Vaca Muerta trae buenas noticias para un lugar de la provincia que ya se hace preguntas sobre el declino del crudo convencional.980 mil barriles de petróleo es el total en promedio que dará un pozo en Bandurria Sur. YPF dio un salto en los recursos que obtiene al final de la vida útil de 25 años de un pozo.Allí, los viejos pozos no escapan a la lógica de decrecimiento promedio del 10/12 por ciento que muestra la foto actual de ese antiguo esplendor.Por eso las ramas laterales de Vaca Muerta les ofrecen una chance de la que prenderse. 

Es parte de lo que se ve en el ida y vuelta de ingenieros entre Loma Campana y las áreas shale de YPF en ese tramo de la formación: Sierra Barrosa, Al norte de la Dorsal y Cerro Bandera.Este esquema operativo será parte de la expansión de la producción de shale oil de la petrolera nacional, que no desestima apuntalar su producción de gas, algo para lo que ya busca erigirse como un actor de peso para cuando estén dadas las condiciones para desarrollar el gas natural licuado (GNL).Loma Campana llegará a fines de 2019 a los 51 mil barriles de crudo diarios, una cifra que sumará otros 10 mil barriles diarios en Bandurria Sur, esa área que por tramos ya podría decirse que es parte de un desarrollo masivo. 

Con Petronas, en paralelo, de acuerdo a lo que confirmó Bizzotto, YPF espera estar produciendo a finales de 2019 otros 20 mil barriles diarios. Si se suman solo estas tres áreas, se cae en la cuenta de que producirá unos 80 mil barriles diarios, algo así como el 60% de la producción de 135 mil proyectada en total para este año.