
La SecretarÃa de EnergÃa rearmó el lunes la Mesa de Combustibles junto a organismos públicos, empresas estatales y las transportistas de gas para empezar a armar la estrategia de suministro durante todo 2020, justo después de suspender una parte de las exportaciones a Chile. La tarea comprende la planificación de la demanda interna (hogares, industrias, generación eléctrica y Gas Natural Comprimido -GNC-), las importaciones de Bolivia y el Gas Natural Licuado -GNL- y las exportaciones a Chile, Brasil y Uruguay y también mediante el barco de licuefacción de YPF en BahÃa Blanca. La reunión que encabezaron los subsecretarios de Hidrocarburos, Juan José Carbajales, y de EnergÃa Eléctrica, Osvaldo Arrúa, tuvo como eje "la necesidad de una articulación entre todas las partes involucradas en el sector para garantizar la seguridad, eficiencia y sostenibilidad del sistema de provisión y transporte de gas natural", según comunicó la SecretarÃa de EnergÃa. Lo que subyace es la pelea sectorial por la clásica disputa entre priorizar el abastecimiento interno y ampliar mercados de exportación.
Como publicó en exclusiva El Cronista, el Gobierno suspendió la semana pasada el 30% de las exportaciones de gas que se destinaban a Chile por la ola de calor, que elevó la demanda de las centrales térmicas. Varias razones llevaron a ese pedido formal de EnergÃa a las productoras: además de la persistencia de las altas temperaturas hubo menores entregas de Bolivia y una caÃda en el aporte de las represas hidroeléctricas. El sistema también necesitó regasificar la reserva del buque amarrado en Escobar y las termoeléctricas utilizaron carbón, gasoil y fuel oil, combustibles caros y contaminantes por encima del promedio. Adicionalmente, la CompañÃa Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) habÃa recuperado el mes pasado la centralización de las compras de combustibles para las generadoras y subastó el gas con una modalidad que fue aprovechado por productoras y comercializadoras para especular y competir con precios artificialmente bajos, sin penalizaciones por incumplimientos.
Las entregas al paÃs vecino pasaron de casi 10 millones de metros cúbicos por dÃa (MMm3/d) a poco más de 6 MMm3/d, al tiempo que se importó de Bolivia 9 MMm3/d, dos menos que los 11 pactados por contrato. El resultado nal fue "un incremento de costo por la concepción del Gobierno de apelar a restringir volúmenes para privilegiar el abastecimiento al sistema eléctrico con precios inferiores a los costos de desarrollo", según dijo en reserva un experto. Un consultor expresó dudas sobre el corte de suministro a Chile y el temor a que, como a partir de 2004, se cierren las exportaciones y empiece a caer la producción de gas. "Se agotaron todas las fuentes de gas, hasta que la opción era usar lÃquidos o cortar exportaciones. Y como el sobrecosto de lÃquidos es muy grande, se pidió cortar exportaciones de forma proporcional y solo las interrumpibles", aseguraron fuentes oficiales.
Fuente: El Cronista
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