
El trabajo se publica en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. Impulsados por agujeros negros supermasivos que engullen materia en el centro de las galaxias, los núcleos galácticos activos son las fuentes compactas estacionarias de energÃa más potentes del universo.
Se sabe desde hace tiempo que los núcleos galácticos activos más brillantes eclipsan con creces la luz combinada de los miles de millones de estrellas de sus galaxias anfitrionas. Aunque la posibilidad de que el polvo atenúe la luz de los núcleos galácticos activos se reconoce desde hace tiempo, la cantidad se ha considerado controvertida y, en general, se creÃa que era insignificante. Ahora, la nueva investigación revela que se subestima la producción de energÃa de los núcleos galácticos activos.
El equipo llegó a esta conclusión estudiando el efecto de enrojecimiento del polvo sobre la luz de uno de los núcleos galácticos activos mejor estudiados, conocido como NGC 5548. Al igual que la atmósfera terrestre hace que el Sol parezca más rojo y más tenue al atardecer, el polvo de los núcleos galácticos activos también hace que parezcan más rojos de lo que realmente son. El grado de enrojecimiento está relacionado con el de oscurecimiento.
Los cientÃficos cuantifican los colores de un objeto midiendo la relación entre la intensidad de su luz en diferentes longitudes de onda. Aunque sabemos cuál es el color no enrojecido del Sol, ha habido mucho debate sobre los colores no enrojecidos de los distintos tipos de emisión de los núcleos galácticos activos.
Esto se debe a que, aunque las teorÃas simples predicen los colores intrÃnsecos no enrarecidos, existÃan dudas sobre si estas teorÃas simples se aplicaban a los núcleos galácticos activos. En el nuevo estudio de NGC 5548, los investigadores de la UCSC (Universidad de California en Santa Cruz) utilizaron siete indicadores distintos de la cantidad de polvo y comprobaron que todos coincidÃan. (...)
Fuente: La Nación
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