
Los jóvenes, alumnos de la Universidad Nacional del Comahue (UNCO), llegaron desde distintos lugares y avanzan en la carrera con un objetivo común: ser parte de una industria clave en el desarrollo del país. Algunos apuntan a Vaca Muerta, otros al convencional.
La búsqueda vocacional no es un camino sencillo. Entre el conjunto de aspectos a analizar, requiere identificar preferencias y fortalezas. Así lo contó Agustina Donaire, estudiante y presidenta del capítulo estudiantil regional de la Sociedad de Ingenieros del Petróleo (SPE).
“Siempre me llamaron la atención las ciencias exactas. Sabía que quería estudiar alguna ingeniería, pero no sabía cuál”, expresó. Oriunda de la provincia de Buenos Aires, Agustina llegó a Neuquén con el objetivo de concentrar su formación en el petróleo.
Un familiar de ella hacía diagramas. Cada quince días, partía al campo. Su regreso se concretaba en otros quince más. “En Buenos Aires no es muy común los diagramas y a mí me llamaba la atención”, recordó.
En la escuela secundaria, sus profesores hicieron énfasis en los hidrocarburos. Abordaron aspectos sociales, económicos y propios de una industria que no para de crecer. “Ahí me di cuenta que quería hacer algo distinto. Tuve la oportunidad de venir a Neuquén y me encantó la ciudad , la facultad y la gente. Considero una muy buena opción poder venir a estudiar acá”, destacó.
A estos factores, se suma que Agustina estudió inglés desde chica. “Siempre me gustaron los idiomas. Hoy veo que te abre muchas puertas. Antes no lo consideraba como una herramienta, hasta que llegué a la facultad y vi que los trabajos lo piden y también las competencias”, marcó.
Víctor Ancafil llegó desde San Martín de los Andes , pueblo cordillerano con un clima más hostil que el de Neuquén Capital. Hoy también miembro del SPE, conoció a Elías Fusch con quien está a punto de terminar su trabajo de tesis para recibirse de ingenieros en Petróleo.
Elías llegó a la ciudad desde General Lamadrid, provincia de Buenos Aires . “Me vine a estudiar acá. No había venido nunca a la provincia, por lo que fue todo nuevo”, expuso.
El futuro en la industria petrolera
Los estudiantes prevén presentar la tesis el mes que viene, en julio. Para después, se abre un abanico de posibilidades. “Estoy abierto a trabajar en cualquier área de la industria”, analizó Víctor.
Sin embargo, dar los primeros pasos en el mundo laboral es un desafío a enfrentar. “ Creo que al inicio, cualquier experiencia es válida y uno elige cómo va a ser su carrera profesional durante el camino”, expresó.
Por su parte, Elías ya trabaja para una empresa enfocada en yacimientos maduros en Río Negro. “Hoy estoy muy cómodo. Me gusta la empresa y el trabajo que hago”, destacó. De hecho, la tesis de ambos se concentra en mejorar la producción de pozos que están depletados, es decir, que quedaron sin presión. Para ello, avanzan en el estudio de un sistema de válvulas para mejorar la producción de petróleo.
Hoy Agustina se quiere quedar en Neuquén. En 2024, desde SPE organizaron una charla con profesiones con una empresa dedicada al servicio de fracturas en Vaca Muerta. “A partir de ese encuentro, me di cuenta que me apasiona esta parte de la industria”, marcó con entusiasmo.
“Sinceramente no sabía bien en qué área quería especializarme en un futuro. Creo que fue esa charla la que me motivó a identificarlo. Considero que acá en Neuquén tenemos la suerte de tener yacimientos a corta distancia. Es una posibilidad única”, destacó.
En el futuro inmediato, coinciden en que cualquier experiencia en la industria será positiva. Tanto en Vaca Muerta como en yacimientos maduros, los desafíos son grandes y la voluntad que tienen de aprender, también.
Fuente: Diario Río Negro
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