
Con un auditorio colmado por autoridades nacionales, provinciales, sindicales y empresarios, González aseguró que la energía sigue siendo un sector clave para el futuro del país, pero advirtió que el éxito no está garantizado. “Yo no soy de los que creen que estamos condenados al éxito. T enemos la suerte de contar con un ecosistema energético más robusto en la Argentina, pero debemos aprovecharlo con inteligencia”, remarcó.
Competitividad y contexto internacional
En su análisis, González puso en perspectiva el escenario global. Recordó que el consumo de petróleo y gas continúa en aumento, aunque con tasas de crecimiento más moderadas. A eso se suman la volatilidad en Medio Oriente y una mayor oferta mundial que estabilizó el precio del barril de petróleo en torno a los 65 dólares.
“El precio del barril a 65 dólares llegó para quedarse, y nadie puede producir más barato que eso. Las consultoras pueden estimar cifras mayores, pero lo cierto es que tenemos que pensar en términos de competitividad”, sostuvo el funcionario.
Según explicó, la capacidad de ajuste del mercado estadounidense sirve como espejo. “En Estados Unidos, los equipos de perforación en Permian bajaron en los últimos años. No debería sorprendernos que en la Argentina también haya ajustes en los niveles de actividad, porque lo que necesitamos es una industria sana y sostenible”, agregó.
El desafío de Vaca Muerta frente a Permian
El secretario detalló que una operadora internacional comparó los costos de desarrollo entre ambas cuencas y encontró que en Vaca Muerta resultan un 35% más altos que en Permian. Lejos de verlo como un fracaso, González planteó que es una señal de que la formación neuquina está jugando en la liga más competitiva del mundo.
“Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío. Somos una industria joven y nos estamos comparando con la más eficiente del planeta. Eso implica que, con esa diferencia del 35%, las inversiones deberán ser aún más grandes para sostener el crecimiento”, indicó.
La clave, subrayó, es el acceso a capitales. “Ese es el mayor obstáculo para Vaca Muerta. Ahora que ya exportamos petróleo y avanzamos hacia el GN L, tenemos que demostrar que podemos jugar en las grandes ligas”, señaló.
Logística, impuestos y trabajo: un esfuerzo compartido
González enfatizó que la brecha de costos no se explica por un único factor, sino por una combinación de elementos. “Los componentes logísticos, impositivos, de mano de obra, de competencia y de escala se reparten de manera pareja. Todo está vinculado. La supuesta falta de competitividad, en realidad, no es tan grande”, dijo.
Para reducir esa diferencia, el funcionario insistió en la necesidad de un trabajo articulado: “La única manera de solucionarlo es estando todos en el mismo barco. Nación, provincias, sindicatos y operadoras tenemos que discutir en serio la competitividad. No hay futuro energético para Vaca Muerta si no lo abordamos como un desafío común ”.
Fuente: La Mañana de Neuquén
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