La Argentina experimenta un auge en la industria del litio, pero su pleno potencial enfrenta desafíos: la competencia china, falta de infraestructura y coordinación política, según resaltó un panel de actores de la industria. A pesar de su impacto económico regional y un marco regulatorio ventajoso, el país necesita estabilidad y confianza para atraer inversiones y competir en la carrera global por los minerales críticos.
La Argentina atraviesa un auge productivo de la industria del litio aunque el desarrollo de su potencial está pendiente de varios desafíos propios y el reacomodamiento geopolítico externo, en una carrera que juegan los países desarrollados en áreas estratégicas como los minerales críticos, la energía nuclear o la inteligencia artificial. En el caso del litio, el país tiene en operación siete proyectos que representan el 5% del total de las exportaciones del país, pero en las provincias donde operan el impacto alcanza hasta el 80% de sus ingresos.
En este contexto de negocios y geopolítica, Argentina fue sede de un panel especial sobre el futuro del litio. Se trata de South Meets North GTIPA’s Argentina Summit 2025, un evento de la Fundación Internacional Bases. Allí participaron Cecilia Domínguez, Responsable de Sustentabilidad y Ambiente, de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM); Miguel Gimenez Zapiola, Delegado General, de la francesa Eramet; Ignacio Celorrio, EVP Lithium Argentina y Ventsislav Benov, Business Development Manager, ARC Fund.
Entre los principales desafíos los expositores coincidieron en destacar la competencia internacional con una marcada primacía productiva de China, la infraestructura local y la coordinación política entre provincias y nación. “Es cierto que ya pasamos la etapa de exploración, pero todavía no podemos hablar de industria consolidada. La principal mirada de las empresas que quieren invertir en Argentina es si el país es consciente del nivel de capital que éstos proyectos representan. Estamos en un momento positivo, pero no hay que confundir un momento positivo con los resultados finales”, remarcó Celorrio.
Competitividad y productividad
El directivo de Lithium Argentina valoró el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) como instrumento juridico clave para dar una seguridad de largo plazo a proyectos de inversión intensiva. “Es un instrumento jurídico de robustez que responde a las necesidades de dar proteccion de largo plazo a las inversiones. Si bien hay muchos grupos nacionales entrando al tema minero reconocen que para ir al gran porte no hay proyecto que baje de US$1.000 millones en litio que exceden la capacidad de financiamiento local”.
“Argentina hizo una punta de lanza del litio casi exógena, con un régimen distinto a los competidores inmediatos e hizo que las cuestiones macro no tengan un nivel de incidencia tan alto como sí lo tendrán cuando haya que competir con otros mercados a nivel global, con industrias mas asentadas”, advirtió Celorrio. Y en ese sentido concluyó: “Es cierto que por una serie de factores Argentina empezó a multiplicar su capacidad instalada y su producción de litio, pero el techo y potencial todavía falta mucho, todavía está empezando a calentar motores”.
Fuente: Econojournal
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