
En la industria del GNL existen dos tipos de barcos , por decirlo en forma simple: están los que hacen el proceso de licuefacción necesario para que el gas se torne lÃquido y se convierta en GNL, y luego están los barcos que se encargan del traslado de ese GNL desde el punto de elaboración hasta el paÃs que haya comprado esa producción.
Los primeros, los barcos fábrica, son los que se montarán en la costa de RÃo Negro y que desde el consorcio de empresas Southern Energy (SESA) ya se confirmaron dos: el Hilli Episeyo y el MK II, que llegarán a la zona de Fuerte Argentino en 2027 y 2028, respectivamente.
Estos son buques que se definen como FLNG (Floating Liquefied Natural Gas, en inglés) que significa que son plantas flotantes de licuefacción de gas natural.
Estos enormes buques, de varias cuadras de largo y más de siete pisos de alto, hacen en su interior el proceso de licuar el gas , sometiéndolo a temperaturas de 161 grados bajo cero para que se torne lÃquido.
Una vez que el gas fue licuado y se convirtió en GNL, se lo acopia en enormes tanques que en una sÃntesis brutal son como las heladeras en las que el GNL espera que lleguen los otros barcos al muelle, los metaneros.
Los barcos metaneros tienen algunos puntos en común con los FLNG, en especial los enormes tanques que utilizan para recibir la carga de GNL y llevarla hasta el destino que haya comprado ese gas. Pero la diferencia está en que no realizan el proceso de licuar, sino que solo reciben el GNL ya hecho.
El proceso de carga puede durar largas horas, incluso dÃas, y se denomina trasvase o ship to ship en inglés . El mismo se hace habitualmente desde brazos rÃgidos que unen con mangueras enormes a los dos buques para permitir que por su interior fluya el gas licuado.
Para tener una referencia, el proyecto de Southern Energy apunta a exportar hasta 6 millones de toneladas de GNL por año (MTPA), lo cual implicarÃa que sean cerca de 150 los buques metaneros que pasen a lo largo del año a retirar esa carga y llevarla a los paÃses compradores, un número que depende del volumen que cargue cada metanero.
Entonces, mientras los metaneros llegarán y partirán continuamente, los barcos fábrica estarán atracados en los muelles en forma permanente durante los próximos 20 años que es el plazo que ya se selló en sus contratos de alquiler.
Aunque claro está que cada una determinada cantidad de años es posible que, como toda máquina, se retiren por un tiempo para que se les realice un mantenimiento de seguridad y actualización.
En tanto que, como dato adicional, todos estos buques utilizan para su funcionamiento, tanto en viaje como en tierra, el mismo GNL que cargan en sus enormes tanques-heladeras.
Fuente: Diario RÃo Negro
141 lecturas | Ver más notas de la sección Ultimo momento